jueves, 25 de febrero de 2010

Poema de Juan Gelman


Oración de un desocupado

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?


Juan Gelman

martes, 16 de febrero de 2010

Prosa poética de Silsh



En las fronteras donde el agua juega a hacer canales con las sombras, he percibido la caricia salada de tus playas. Liban su piel escrita a mordiscones hasta arañarse de dudas inconclusas. Un pedazo de pan flota en pantanos, nos mira hasta medirnos el calor de la entrega.

Nunca te has ido, siempre lo supe. En cada tarde gris, cuando moría el grito, mojé con tinta de jazmines estos dedos. Escribí para tus ojos sobre paredes blancas, sabiendo de estas notas empeñadas en continuar arqueando cielos. Puse un beso en el aire para sellar reclamos de tus párpados, mientras las lluvias azotaron su ritual sobre almohadas amanecidas en insomnios.


Siempre has estado, siempre lo supe cuando olía a piedra-barro-arena-margaritas. Cuando las aves ataron con sus hilos de luna, el rumor del otoño, al demorar escarchas sobre mis balcones. O ante el naufragio ronco desde donde pude acariciar los surcos que te habitan, esos mismos que me construyen-destruyen la impotencia de saberme sin tenerme.


Claro que no pregunto. No, no es necesario, porque los círculos de humo dibujan tus manos en el hueco fatal de este misterio.


© Silsh
(Silvia Spinazzola)

domingo, 14 de febrero de 2010

Poema de Silvia Loustau




1

vela la noche

el tiempo se inventa

encerrado en marítimas ciudades escondidas.

desnudos los pies apoya sobre el musgo

arcones olvidados

velámenes ausentes.

espía

relojes y astrolabios

oye la asmática canción de los segundos

repta sobre cicatrices

descansa sobre ritos taciturnos.

el tiempo

se despierta

huele a pájaros.


Silvia Loustau

de Relojes y Astrolabios

jueves, 11 de febrero de 2010

Poema de Ignacio Osorio



INTUICIÓN MASCULINA 2

En el telo
con las sábanas corridas
descubriendo el colchón
forrado en cuerina barata
mientras la madrugada
hace vibrar la habitación
aturdida de trenes
bajo el sórdido rubor de las cervezas
un poco ebria
asomando tus piernas
esa eclosión sobrecogedora
de maravillas
tus piernas
Me decís:
"¡Me preocupa amarte tanto!"
Yo encorvo las comisuras
en un rictus amable
y se me encorva el alma
enneblinada

Ignacio Osorio

domingo, 7 de febrero de 2010

Poema de Marta Zabaleta



Interminable


...................... A Luisa Futoransky


En aquel lugar sombrío adonde duermes

me descuelgo en la noche para esperar el día: crezco,
m
e revuelvo, desespero.


Cada veta de sangre

da

su batalla perdida.


Galopante prosigue la memoria su pena inolvidable.
Y
a porfía
atrapo una calandria de otra playa en la mía.


© Ma
rta Zabaleta