La brasa
...............Amanece, ensíllenme el caballo. -José Gervasio de Artigas-
........................................................(Palabras en su lecho de muerte)
Trenzo pueblo y octubre
y la imagen con fondo negro ardió,
incendió mis ojos.
El caprichoso se ha marchado
nos sorprende la mañana
del día después
el qué vamos a hacer y su escalofrío
en un dolor poblado de Plaza y banderas
una compañía de lágrimas en el Censo de la década,
con más tristeza que habitantes
miradas que abrazaron la ceniza del llanto
Fui una soledad acompañada
creí que estallaría el alud del silencio por la Avenida de Mayo
nadie hablaba
sólo caminaban por el medio de la calle.
Fuimos el pueblo ensombrecido
sólo nuestros pasos
por televisión informaban que llegaría mañana
no quisimos que Ella estuviese sola
y el viento del sur ya habitaba en Buenos Aires.
Aquella noche me adormecí imaginando
¿qué haría con éste dolor genuino
ahumado en hileras de velas blancas?
Y tomé la poesía inconclusa para encenderla aquí,
en esta esquina de papel y mármol
Pedí
que no se apagase la lucha de los desheredados
de los manos cuarteadas
de los esperanzas sin motivo
de los que ni veríamos en las pantallas,
ni tenían cámaras
para fotografiar un dolor tan igualitario.
Con ellos compartí el inabarcable silencio de la espera
en un traspié de la historia adonde el dolor nos tatuó la fe.
Mansa comenzó la garúa que ya se vislumbraba
Y con el aguacero pasó Néstor y su certeza
más que a despedirse
volvió a despertarnos
Vamos a andar
que aquí no hay ningún muerto
es pueblada su fortaleza invisible.
Él será el fantasma que no equivoque rumbos
junto a ese fantasma marchará Latinoamérica
y su brasa encendida.
En esa lumbre
..........más que llorarlo
vamos a andar
..........y arderá inextinguible
heredamos un sueño.
Diana Poblet, octubre 29 y 2010