lunes, 31 de agosto de 2009

Poema de Silvia Loustau


Cartas ( II)



Para escribir cartas de amor

no es necesaria

la cautela

ni el orden

tan sólo encender la lámpara

como se enciende el cuerpo

untarse toda,

perfumarse toda

de mieles y sortilegios

elegir la caligrafía más desvelada,

la más humilde.

entonces, se extiende

se acaricia el empeine de sus plumajes

y comienzan a recogerse las palabras

como el deseo del amor.




XXX



la muerte anduvo

pisándome los

talones

le gustaban

mis pies delgados.

parece que quería

saborearme

después

liquidarme

en alguna esquina.

como

ellos



©Silvia Loustau

miércoles, 26 de agosto de 2009

Poema de Gregorio Riveros




ELEGÍA

Soy noche.

No hay palabras

para convencer

a mis padres

que dejen de morir.

Que se levanten

y canten
y se coman al sol

con el pico de los gallos.

Que alumbren
y espanten

la tristeza
y la noche

de la casa.

Esta oscuridad

que no me suelta.


Gregorio Riveros

sábado, 22 de agosto de 2009

Poema de Elisabet Cincotta de su libro De pie



ERES I



Y eres tú

rosa primera

antorcha

ojos en la noche

llanto

balsa

donde la palabra resurge



DE PIE



De pie, siempre de pie,

busco, más allá de la línea ficticia del tiempo,

interrogantes que frecuentan la existencia.

Y nada.

La voz, silencio. La mente hurga respuestas.

Allí, ante mí, esos ojos, que sacuden siglos,

me miran y no saben qué decir.

Me acerco, me acosan. Los enfrento.

Tras ellos la vida. Distingo momentos.

¿Son míos?

¿Fueron mías las palabras, los sueños?

¿Son esos ojos el pasado?

De pie, siempre de pie,

los ilumino y sigo adelante.


Elisabet Cincotta


jueves, 20 de agosto de 2009

Poema de Diana Poblet


Agosto 19

Para estos días encontré un poema
dúctil al calibre de las magnolias

resistente a la concupiscencia amarilla

que despilfarran los aromos.


Agosto ocurre indolente
miente días mejores
como navaja arde en las venas
sin llegar a lastimar rasguña dolores.


Agosto tiene malos antecedentes
es peligroso
una tarde como esta fusilaron a García Lorca.
No existen palabras

si muere un poeta

y la indiferencia vegetal

hace que irresponsablemente

la primavera explote.



Diana Poblet©

miércoles, 19 de agosto de 2009

Poema de Silvia Loustau


Granny *


Has desatado tus cabellos, abuela, como lo haces todas las noches, para comenzar con el rito del sueño. Dejas la almohada de la pluma reposando sobre tu cama de felpas rojizas. Extiendes el camisón de algodón recién planchado. Te miramos con extrañeza, pero a la vez felices de que todas las noches recorras los mismos lugares, las pequeñas travesías de tu mesa redonda a la cama reposada que aguarda ansiosa la llegada de tu cuerpo tan solo. Ya nadie te abraza por las noches, abuela, tan solo el recuerdo o lo que olvidas, porque aquel mundo querido nunca fue tuyo y el que tienes ahora no lo reconoces. Solo aguardas la mañana, los periódicos , las cartas que ya no llegan.


Silvia Loustau

sábado, 15 de agosto de 2009

Poema de Jorge Luis Estrella


LA FUENTE Y EL ALBA


¿En dónde estoy?

Alba de luz intensa, fuente de luz, quásar, nostalgia.

El silencio fluye a raudales

pero escucho voces del pasado reciente,

del ahora lejano.

Un golpe en el cerebro, en la memoria, en el límite,

un golpe artero

hizo que mi fuente se secara,

que mi alba se oscureciera.

¿En dónde estoy?

¿En dónde están mis manos sin tiza entre los dedos?

¿En qué alumnos se quedó mi futuro,

en qué reacción enloquecida culminó mi protesta?

Los vidrios rotos de mi anhelo

estallan contra el cosmos silencioso que me anida,

fuente de luz, alba de vida

fuente de oscuridad, alba de muerte.

Escucho voces que hablan y que dicen:

“Cortan la ruta por donde circula

la conciencia de los libres,

cortan la vida, el aire, la esperanza,

cortan, recortan, violan, atropellan,

eso es delito,

no la expresión desesperada de un reclamo.

Otro nombre tenemos para continuar la lucha.

se llama fuente, se llama alba,

se llama luz de luces restallando,

se llama tiempo de la justicia verdadera

para que los mártires tengan un sentido.”

Otra vez el silencio,

ruedan por el espacio meteoritos,

la luz de luces ilumina todo,

se abre una puerta,

sin siquiera moverme ingreso al aula,

me miran cientos de ojos muy abiertos,

el pizarrón espera que yo escriba:

“sigamos adelante”.


©Jorge Luis Estrella

jueves, 13 de agosto de 2009

Poesía de Mario Trejo


ULTIMÁTUM A UN JOVEN POETA

Que el pan sea pan y mar el mar
Basta de conjeturas
Murciélagos lunares o roedores de orquídeas
Toda palabra tiene precio
Las palabras que atacan como rayos o víboras
Y también madre
Amigo
Y alcohol y cama y mesa
Y el hijo concebido a dulces empujones
Y los hongos que provocan destellos de amor
O resplandores de muerte
Y el poeta que cae bajo las balas
Como un sol que la noche acribilla

Que el pan sea pan y mar el mar
el agua eterna
Pero la sed eterna
Para poder decir al fin:
He hallado un pan junto al mar
Los buitres sobrevolaban mi amor
He mordido una orquídea

Los buitres disputaban un cuerpo querido
He guiado camiones y dormido en aserraderos
Los buitres devoraban a mi amada
Viajé de noche sobre la arena caliente
Invoqué los nombres secretos
Conjuré un maleficio
Contuve una catástrofe
Conduje un águila a su nido
He muerto con mis muertos y estoy vivo
Cuando llegué a la ciudad
Un loco vagaba por las calles
En su mirada había un cuchillo
Le di mi mano
Lo miré
Le hablé y mi voz duró entre los astros
Éramos sólo dos sobre la tierra
Pero éramos dos sobre la tierra

La soledad se hizo añicos
La poesía palabras


©MARIO TREJO

miércoles, 12 de agosto de 2009

Poema de Norma Padra


CAMINOS


Pájaros tejiendo
la noche
telarañas
de nieve
giran con tu nombre
en los
caminos del alma

Serpentina

de estrellas queriendo
amanecer
en tu mirada

©Norma Padra

martes, 11 de agosto de 2009

Poema de Migdalia Mansilla

Foto: José Alney Uribe


Amantes

Fuimos unos extraños amantes
errantes en la quietud del ocaso
taciturno de seis a siete

mientras
la asepsia de este amor
cicatrizó heridas
día tras día
en las piernas y en los labios
en las manos y en el vientre furioso
traspasado por el puñal de la batalla
sin que nadie lo supiera
solitarios en una habitación de vecindad
sintiendo en cada embestida
como si fuera la primera vez
que contemplábamos el universo

fuimos unos extraños amantes
que llegamos a las ocho en punto.

©Migdalia Mansilla

Poema de Graciela Wencelblat




Otra vez esa sensación
la picazón que despierta furias
la ciudad parece un invento
nada es como lo recordaba
y porqué vuelvo?
y de donde?
Si no me distraje
y sin embargo
malditos pasos que tienen
tanto poder.
Estuve garabateando
en los espejos caras
para encontrar la mía
desaparecida
tal vez así
perdí noción del camino.
Doblar por una esquina y no
por otra
me llevó al país sin edad
para transgredir.
Ahora hay faltas que nadie enmienda.
Árbol soy pero no creo en ningún bosque.


© GRACIELA WENCELBLAT

domingo, 9 de agosto de 2009

Poema de Gabriel Impaglione



HE VISTO AYER, TAL VEZ DE MAÑANA

He visto ayer, tal vez de mañana,
cerca de una hora precisa de pan caliente
todavía, al hombre que pasaba
con sus hijos en la boca.
Rodaba en su bicicleta sobre un hilo
de regreso urgente.
O volvía a llevar la misma mirada de imposibles rota.
A dejarla en la cocina como una medalla,
un trofeo astillado, un punto de partida.
Cargaba una bolsa redonda, hinchada
de almuerzo y las manos en los brazos
y los brazos en los hombros
y los hombros rematando la ancha espalda
transpirada.
Ay mi amor el hombre que estrenaba
el brillo en los ojos, el aire en los pulmones,
la honda y poderosa esperanza.
¡Lo hubieras visto!
¡No vi guitarra tan llena de auroras!
Caminaba sobre el viento
con breves pasos circulares
y silbaba.
Iba detrás del abrazo, del buen día,
como si lo arrastrara el alma.
Y a sus espaldas flameaba una pared,
un torno, un crisol, una espiga!
Habrá sido un martes de espadas,
o aquel jueves que los diarios callaron,
pero lo vi deambular por el residuo
y me preguntó la hora.
No hay apuro, me dijo y fumamos,
la basura no tiene memoria.
Me llevé su mirada de
granito y cartón,
su rostro desatando los abismos,
y en ese espejo me conté los años.
Ay mi amor, si supieras tanta palabra
inútil que ronda en los periódicos!
Hoy es lunes de mirar distinto.
Silbaba y en su camisa el viento fresco
era remolino de mesa servida,
un come despacio con sol afuera,
fiesta del pan que me ha llenado el alma.

© GABRIEL IMPAGLIONE

viernes, 7 de agosto de 2009

Poema de Ambar Past - Foto Marina Ginestet




Dedicatorias

Dedico este poema a los hombres que nunca se acostaron conmigo
A los hijos que no tuve
A los poemas que nadie escribió
Dedico este poema a las madres que no amaron a sus hijos
A las que murieron en hoteles
Sin que nadie les acompañara
A los poetas que viven olvidados en alguna antología
Al poeta en su velorio con su boca cerrada para siempre
Lo dedico al autor de las pintas en los muros
Al torturado anónimo
Al que nunca dijo ni su nombre
Dedico este poema a los que gritan de dolor y también a las parturientas
Lo dedico a las suicidas
Al que lava cadáveres
A las mujeres que se acuestan con todos
A los que siempre duermen solos
Dedico este poema a los que no frecuentan cafés ni piscinas ni saben hablar por teléfono
A los que no entran en los bancos ni salen en la tele
A las de primaria vespertina que reciben declaraciones de amor con faltas de ortografía
A los poetas que nunca comienzan a escribir
A las que no se atreven a opinar ni a levantar la voz
A las que no pueden estar felices sin el consentimiento del macho
A las que duermen con sus delantales puestos y piensan en el quehacer mientras sus maridos eyaculan prematuramente
A las que tortean en jacales y no tienen sillones
A los que arrullan a sus hijos en tzotzil y traen mugre bajo las uñas
A los pepenadores
A los que chaporrean siembran nopales y comen tortillas con sal
Al sereno que también trabaja de día
A la de la chancla rota que tiende cien camas cada mañana
Al viejo sin dientes que merca chicle en la playa
A los que viajan parados a la tierra del cacao
A las que traen las caras negras y la cicatriz del llanto en la sordera
A la que da el pecho a su hijo en el cañaveral
A los que buscan el arco iris en el aceite de los charcos
A la que chapotea en las cascadas y se moja el pelo con agua de lirios
A los remeros que inventan el canto con sus brazos
A los que lavan el nixtamal bajo la lluvia
A las que acarrean el agua en cántaros y caminan por la carretera

A la niña viendo luciérnagas
A la niña con el candil en la mano
A los chamacos que saltan con el rastrojo en llamas
A los que corren sobre el fuego entierran a sus muertos en la cocina y cantan entre los escombros

Al que engaña a su muerte en la cama de los moribundos
Al que baja de los cerros para no quemarse con las estrellas
Al que agarra la mano de la muerte y baila con ella
A las que tienen muchas nueras y cargan iguanas en sus cabezas
A los colochos que venden nieve en tierra caliente
A los camaroneros divisando el cometa de madrugada
Al que arremanga su camisa y pide un hacha
A la que vende tamal de bola, de mumu y chipilín
A los que cortan elote tierno para comerlo crudo y amarran la pata de perro que roba pollo
A los que hacen las maracas y matan por amor
Al que se avienta al hoyo en el entierro de un amigo.

Al poeta que no puede bajar del techo por estar tan enamorado

Al que hace lo que puede
Dedico este poema al hombre encadenado
A los niños golpeados
A los hijos de alcohólicos
A las que cuidan a las criaturas de otros y ven a las suyas cada quincena
A la que trapea en el colegio y no sabe firmar su nombre
A las que comen en la mesa del hospicio
A los tullidos que se acurrucan junto al horno en alguna panadería
A los que atienden los baños públicos y barren las calles al amanecer
A las que bailan en cabaretes y están hartas

Dedico este poema al amasador de adobes que muere en la casa que construyó para otro

A los que se escaparon de noche cuando el volcán sepultó su iglesia
A los vecinos que ya enterraron a sus hijos uno tras otro como los años que pasan
A los que han tenido que vender a sus hijos su sangre y su sexo

A los que nada tienen que perder

Dedico este poema a los peones acasillados que invaden las tierras del patrón
A los que cavan túneles debajo del dinero
A los que preden lumbre al ingenio
A los que no echan sombra y sin luna dinamitan los puentes
A los de trece años que se van a la guerrilla
y conocen mujer por primera vez en la montaña
Para los dos heridos
Para Las Pelonas
Al tacuazín de Olga
A los chuchos apaleados

A niños que nacen en países donde la verdad está prohibida por la ley
A los que han adoptado otro nombre y llevan años sin saludar a la familia
A los que nunca durmieron en la misma cama y comparten la fosa común

Dedico este poema a la madre que busca a su hijo en el anfiteatro
entre otros poemas decapitados
A la que no puede decir cuál cadáver es el suyo
y se despide de cada uno con un abrazo

©AMBAR PAST

lunes, 3 de agosto de 2009

Poema de Rubén Vedovaldi





Así mi corazón con sus tristezas


la mano del viento

abre

el enorme ropero de la tempestad


roba feroz

los trajes nuevos de la lluvia


y huye

.............cantando.



©Rubén Vedovaldi