martes, 29 de enero de 2013





Era azul como el sueño de la tarde
mariposa vegetal engalando
la fosforescencia de los cocuyos y los grillos

Al lado de los troncos los bejucos
y las cumbres de las flores
coronando las canas de los árboles
dialogando con el cielo azul marino

Una pompa de jabón me devolvió la infancia
y pendiente de mi sueño
me conseguí con el centro del mundo
que sólo conocen los dioses por ahora

Cuando de todo esto no quede sino polvo
la osamenta de la ciudad se la llevarán
las quebradas en sus aguas turbulentas moribundas
en busca de otras galaxias subterráneas celestes submarinas

Acumulemos sueños y verdades
porque al final no importan tanto las sombras
como las luces del camino

Y dirán los montes los ríos las cascadas
las veredas la luna el sol y las estrellas
sólo quedó la forma de su huída

Porque toda piedra alguna vez fue estrella.

PABLO MORA