Era azul como el sueño de
la tarde
mariposa vegetal engalando
la fosforescencia de los
cocuyos y los grillos
Al lado de los troncos
los bejucos
y las cumbres de las
flores
coronando las canas de
los árboles
dialogando con el cielo
azul marino
Una pompa de jabón me
devolvió la infancia
y pendiente de mi sueño
me conseguí con el centro
del mundo
que sólo conocen los
dioses por ahora
Cuando de todo esto no
quede sino polvo
la osamenta de la ciudad
se la llevarán
las quebradas en sus
aguas turbulentas moribundas
en busca de otras
galaxias subterráneas celestes submarinas
Acumulemos sueños y
verdades
porque al final no
importan tanto las sombras
como las luces del camino
Y dirán los montes los
ríos las cascadas
las veredas la luna el
sol y las estrellas
sólo quedó la forma de su
huída
Porque toda piedra alguna
vez fue estrella.
PABLO MORA