jueves, 25 de septiembre de 2008

Poema de Diana Poblet





Rosal


Encontré una espada
la enterré en el patio
mis hijos la regaron
una mañana
su perfume trepó mi ventana

extraña flor
de espinas metalizadas
y pétalos rojos.

Ellos creen invencible
a esta rosa
pura sangre.






© diana poblet -






martes, 23 de septiembre de 2008

Poema de Elisabet Cincotta




Dudó


marcó terreno
alumbró el límite
sabía que de esa manera
nadie la heriría

un sol otoñal besó espigas

dudó

quiso mover la frontera

tarde

ya había oscurecido.


© Elisabet Cincotta

Poema de Andrea Sánchez Boz


Yo quisiera
poder usar con vos,la voz de la poesía
todo el tiempo.

Y evitar así
los oscuros laberintos
de la mente;
las dudas,
las preguntas,
la incertidumbre.
Las palabras hirientes,
las contradicciones,
la mediocridad,
la melancolía,
el miedo.

Hablar,
solamente,
desde aquel punto
en el pecho
donde nace el fuego,
la luz sin luna negra,
sin el flujo imprevisible
de las mareas.

Después de todo,
¿por qué no perdernos
en el abecedario,
invocando sonidos,
imágenes,
oráculos
que develen
el misterio?


© Andreas Sánchez Boz



lunes, 22 de septiembre de 2008

Poema de Migdalia Mansilla / Diana Poblet encadenado con Foto de Fran


Foto de Fran

Aquello


aquello
fue un dejar regada la piel
un grito hecho eco en la nada
una historia con muecas de cuento

aquello
fue la muerte de algún yo
en la esperanza de algún tú


© Migdalia B.Mansilla R.




Qué habrá sido de aquello, amiga
la entrega errónea
la que dejó las espinas
y se llevó la rosa.

© diana poblet -


viernes, 19 de septiembre de 2008

Poema de Miguel Angel de Boer


Me dejaron tu pulóver verde


Me dejaron tu pulóver verde
cuando te fuiste.

Llevándose el verano aquel
el del cielo tibio que con sus noches
nos guarecía del mundo entero en nuestro lecho.

Cuánta dicha encontraba entonces mi anhelo
en tu sonrisa
en las palmas de tus manos
en tus suaves cabellos recorriendo con ternura
todo mi cuerpo.
Me dejaron tu pulóver verde
cuando te fuiste.

Dejándome tu aroma
que mil veces olí desfalleciente
evocando tu mirada
añorando tu desnudez
la tersura de tus labios
y esas palabras que no podrá borrar el tiempo.

Porque no pudo el odio
ni la avasallante muerte
desterrar mi amor
ni mi carne dolida cedió al intento
de que me robaran tu recuerdo.

Me dejaron tu pulóver verde
cuando te fuiste.
Pero no pudieron llevarte
porque estarás conmigo
para siempre.



A María Haydeé Rabuñal, estudiante de Medicina
cordobesa, querida esposa y compañera.

© Miguel Angel de Boer


jueves, 18 de septiembre de 2008

Poema de Senén Rodríguez Perini




A las cinco de la tarde


A las cinco de la tarde

nació Sofía, mi primera nieta.

Es una hora común para muchos

pero no para los uruguayos de mi época,

Ruben Castillo llama desde siempre

"a las cinco de la tarde"

releyendo a Federico

"a las cinco de la tarde"

Sofia ha llegado

"a las cinco de la tarde"

coincidencias.


Y quizás duelen menos

las traiciones de los compañeros,

de los camaradas,

la falta de principios,

el dolor de las separaciones,

el olvido de promesas,

el sacrificio para nada.


Todo es mejor ahora

a las cinco de la tarde.

Recuerdo hasta con cariño

aquel 9 de julio militante

a las cinco de la tarde,

cuando la larga noche negra

comenzaba.

Allí estuvimos, a las cinco de la tarde.

Jamás olvidaré a Rubén convocándonos

pese a la censura de las bestias,

ni serán olvido esas vivencias,

pero hoy todo parece más suave,

mas lejano, menos triste,

porque en Cataluña,

nació Sofía, mi nieta,

el cuatro de octubre,

a las cinco de la tarde.


© Senén Rodríguez Perini

martes, 16 de septiembre de 2008

CONCRETO


Poema de Silsh

EN CONCRETO


Esa pared que acerca el infinito
rugosa mansedad que nos sostiene
....cosechadora en su labor
....vuelca la imagen
....en el regazo equilibrista del espejo.

Nuestra pared de ausencias
....esa
....que acariciamos con la piel
o empujamos de ira en algún nudo
cuando la luz
estaba en huelga con el ojo.

A esa pared a veces
la pintamos con verdes o amarillos
un camino dibujado en punto y fuga
....otras
se nos cayó encima
con su hedor descascarado entre la arena
o le tallamos los nombres más queridos.

Esa pared.........la nuestra
que juega a ser un horizonte de almidón
espejismo vulgar del condenado
nos juzga......nos integra.......nos protege
del cristal que vende su mentira.

Nuestra pared erige este desorden
estímulo de búsquedas sin peso
equilibra las sombras
nos enseña
.............................................a ser libres
en la pequeña porción
que nos iguala.


© Silsh (Silvia Spinazzola) Argentina

domingo, 14 de septiembre de 2008


Poema de Norma Padra

ECOS

Por dónde se fueron los sueños
Rutilar de estrellas
en aguas profundas
Eco del torbellino
...............voz del viento
Borrando huellas de filigrana
va mi dolor que ama el olvido

Sabiendo que son otros
nuestros destinos

Y al amor
se lo llevó
el tiempo.

© Norma Padra

jueves, 11 de septiembre de 2008

Prosa de Eduardo Francisco Coiro


Florecido


El hombre la había arrancado de su vida como se arranca a un yuyo indeseable en el jardín.

Con la misma brutalidad en el tirón, tratando de arrancar la raíz de cuajo. Sin sentir nada.Al otro día, justo al otro día. El hombre plantó en su lecho a una muchacha bella como una azalea. La mujer se marcho prontamente sin echar raíces en su vida.

No se quedo quieto. Siguió plantando bellas mujeres que se marchitaban antes del nuevo amanecer.Nadie pudo crecer ni florecer en ese lugar. Su vida era un jardín desierto al que regaba inútilmente antes de anochecer.

Hasta que percibió esos movimientos adentro. Esos pujos que sintió por todo su cuerpo y que se ramificaban de noche a día con la velocidad implacable de la naturaleza. Y eran la luz y esa tibieza que anuncian una primavera cercana.

El hombre se vio a la siguiente mañana en el espejo y comprendió lo que sucedía.No había logrado extirpar bien las raíces de ella. Su amada.

Sus brotes se abrían paso por sus poros y estaban a punto de estallar en flor.


-Sólo pido que las flores sean del color de sus ojos. Pensó resignado.


© Eduardo Francisco Coiro

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Axiomas de Helios Buira -


Axioma 1

El arte, ante todo, magia. El Universo es Luz.
Está bañado en Luz.
Sólo el hombre oscurece su existencia.

Axioma 2
Trazar una línea sobre la tela.
Con tal intensidad que cuando lleguemos a la mitad del trazado,nos falte el aire.Con la razón, esa línea no se hace. Con el alma sí.

Axioma 3
La razón nos aleja del encanto del sentimiento.
La inteligencia nos comunica con el Universo.
La Poesía, entonces, reveladora de verdad

Axioma 4
El contenido determina la forma.
Cuando no es así, sólo hay formas huecas.
El alma sale a deambular. Vuelve y cuenta lo visto.He ahí la obra, hecha en la metáfora.

Axioma 5
Explorar los ámbitos de lo íntimo, de la intrahistoria, del alma.
Consecuencia. Luego, se traduce el Universo.
La obra se hace tangible.

Axioma 6
Dejar la senda.
Recorrer los recovecos que salgan al paso. Sin consideraciones.
Desflorar la blanca hoja de papel.

© Helios Buira

lunes, 8 de septiembre de 2008

Poema de Gabriel Impaglione - foto Olga Ricci


Circularidad de tu nombre

Eres esta claridad que llega
como un barco de fuego, una ciudad
de hogueras en su deriva lenta.

Vienes con una música
que sólo yo conozco.

Las palabras suben al racimo del día
savia fantástica, pura esencia planetaria,
y en tu nombre
trepo a la mañana a recoger el canto.

Alimento de ti esta locura calladamente
nuestra, esta alegría mansa de rosa infinita
que llega como un barco de fuego,
una ciudad de hogueras en su deriva lenta.

Ay tierra regresada, patria
de mis besos,
humus victorioso
que alza la aurora de tu boca mía como una manzana,
panal de dulces amapolas.
Luz que inventa las palabras.

Vienes a besarme
con una música que sólo yo conozco.

Ay tierra surcada de guitarras!
A tus orillas los geranios de plata,
muchedumbre de lirios esmeralda,
pequeños saltimbaquis de nácar y de espuma
que danzan en su eterna fiesta entre las piedras.

Te nombran los pájaros en la corriente del viento,
con un brillo de barco de fuego
de ciudad de hogueras en su deriva lenta.


©Gabriel Impaglione

Poema de Luis Benítez



POR QUITARLE A LA MUERTE SU SOBERBIA

Un amor absoluto, para el que no existe
primero ni último, golpea sobre el mundo:
en el más humilde y en el más soberbio
canta la canción del hombre.

Bajo las máscaras vacías e intermedias
un amor absoluto, para el que no existe
primero ni último, resuena escondido,
más allá de los gritos
y la apretada melodía de la desesperación.

Aún más allá. Es el eje íntimo y viviente
el que canta, el que musita las palabras
como un talismán sonoro,
una pedrada en la frente
de los desmoronados mundos.

Un amor absoluto,
para el que no existe
primero ni último,
anima estos silencios,
estas ficciones que tan sólo intento
por quitarle a la muerte su soberbia.


© Luis Benítez

jueves, 4 de septiembre de 2008

Poema de Julio Cortázar



QUIZÁ LA MÁS QUERIDA


Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fue una letra de tango
para tu indiferente melodía.


© Julio Cortázar