Cayendo por un tubo
Llegó en un inmenso auto blanco.
Él era un bello animal azul,
ojos azules, saco y pantalón azules
y sangre azul,
yo no podía caminar
así que me deslicé hacia él
como cuando una cae por un tubo.
Se bajó y me dijo:
- echale 5 pesos de común, piba -
después dijo algo sobre “trabajo de hombres”
y agregó “hasta a despachar nafta se han metido...”,
y al fin se fue el mugriento,
en su destartalado
y miserable cascajo.
©ANALÍA LAURA NORAK
3 comentarios:
Belleza expresiva hecha práctica.
Tu poema me puso a reír,luego a reflexionar.Lo has puesto clarísimo.
Me gusta tu estilo, es novedoso y te pertenece absolutamente.
Me pareció que un sapo, era lo más parecido a un príncipe celestito trucho.
Un abrazo grande Analía,cuando pase por allá veré de cargar nafta ahí y dártelo personalmente,
d.
Diana, descubrí tu poesía a través del blog LA SED INFINITA, en México decimos "Dios los hace y solitos se juntan" esta colección de poesía es la regla que confirma el dicho lo que "me complace ser un poeta de segunda del tercer mundo" (un poemínimo de Efraín Huerta)y que la bandera siga despeinada por el viento teñida del rojo poesía de la esperanza.
Así es Lumpenpo, aquí estamos poniéndole el pecho a las utopías, haciendo de la palabra aquella arma cargada de futuro que soñó Celaya.
Te dejo aquí, mi abrazo y gracias por la huella de tu paso en este café de amigos.
d.
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