Granny *
Has desatado tus cabellos, abuela, como lo haces todas las noches, para comenzar con el rito del sueño. Dejas la almohada de la pluma reposando sobre tu cama de felpas rojizas. Extiendes el camisón de algodón recién planchado. Te miramos con extrañeza, pero a la vez felices de que todas las noches recorras los mismos lugares, las pequeñas travesías de tu mesa redonda a la cama reposada que aguarda ansiosa la llegada de tu cuerpo tan solo. Ya nadie te abraza por las noches, abuela, tan solo el recuerdo o lo que olvidas, porque aquel mundo querido nunca fue tuyo y el que tienes ahora no lo reconoces. Solo aguardas la mañana, los periódicos , las cartas que ya no llegan.
Silvia Loustau
3 comentarios:
Conlleva una nostalgia implícita.
Mansedumbre en la partida.
Con mi abrazo,
d.
Dicen que nos vamos despidiendo de la vida cuando pesan más los recuerdos que la esperanza.
Un escrito que llega que llega al alma, una " partida anunciada " desde la calma y la serenidad.
Muy bello,Silvia.
MARITA RAGOZZA
Muy cierto. Por eso hay que aprovechar la vida día a día...
Buneos suen~os,
Marta Zabaleta
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