FACUNDO
Y ahora que me levanto
descubriendo tus ojos
mirando como los míos
tu olor enroscado en las sábanas
tu voz en un hilito abriendo la noche
Ahora que no puedo dejar de mirar
como me mirás
Y no puedo evitar preguntar si alguna vez miré
así a mi padre y viceversa.
Justo ahora que me descubro inútil
pobre de recursos e imágenes
para explicarte lo poco que sé
de mí y del mundo,
los pocos recursos con que cuento
para contar tu sonrisa en las mañanas
la alegría de tenerte entre mis brazos
la soledad muerta de miedo detrás de la puerta
corriendo a la locura y la miseria
en este país nuestro tan amarillo y hambriento,
en este retazo triangular del hemisferio sur
llamado Argentina derivado del latín argentum.
Y ahora que me levanto
descubriendo tus ojos
mirando como los míos
tu olor enroscado en las sábanas
tu voz en un hilito abriendo la noche
Ahora que no puedo dejar de mirar
como me mirás
Y no puedo evitar preguntar si alguna vez miré
así a mi padre y viceversa.
Justo ahora que me descubro inútil
pobre de recursos e imágenes
para explicarte lo poco que sé
de mí y del mundo,
los pocos recursos con que cuento
para contar tu sonrisa en las mañanas
la alegría de tenerte entre mis brazos
la soledad muerta de miedo detrás de la puerta
corriendo a la locura y la miseria
en este país nuestro tan amarillo y hambriento,
en este retazo triangular del hemisferio sur
llamado Argentina derivado del latín argentum.
© Fabio Adalberto González
2 comentarios:
Derivado del latín argentum y de lo impredecible llega este, tu poema, y su frescor de amanecer intentando abarcarlo todo.
Y lo logra.
Nos tiene ahí, nos lleva y nos abandona en este pedacito de hemisferio sur y tu enorme capacidad de ternura.
abrazo,
d.
una sinceridad que toca, y mucho
amor
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