Yo quisiera
poder usar con vos,la voz de la poesía
todo el tiempo.
Y evitar así
los oscuros laberintos
de la mente;
las dudas,
las preguntas,
la incertidumbre.
Las palabras hirientes,
las contradicciones,
la mediocridad,
la melancolía,
el miedo.
Hablar,
solamente,
desde aquel punto
en el pecho
donde nace el fuego,
la luz sin luna negra,
sin el flujo imprevisible
de las mareas.
Después de todo,
¿por qué no perdernos
en el abecedario,
invocando sonidos,
imágenes,
oráculos
que develen
el misterio?
poder usar con vos,la voz de la poesía
todo el tiempo.
Y evitar así
los oscuros laberintos
de la mente;
las dudas,
las preguntas,
la incertidumbre.
Las palabras hirientes,
las contradicciones,
la mediocridad,
la melancolía,
el miedo.
Hablar,
solamente,
desde aquel punto
en el pecho
donde nace el fuego,
la luz sin luna negra,
sin el flujo imprevisible
de las mareas.
Después de todo,
¿por qué no perdernos
en el abecedario,
invocando sonidos,
imágenes,
oráculos
que develen
el misterio?
© Andreas Sánchez Boz
5 comentarios:
¿Y por qué no?...
Andreas, tu palabra me traspasa, siempre. Tiene ese don de duendes.
abrazo,
d.
Siempre tu palabra es poesía he conversado con vos y la calma, la suavidad que se imprime en tu decir es melodía, es inmensidad.
Di, he leído varios poemas del blog, hacía tiempo que no venía y me encontré con Poesía que vibra.
besos
Elisabet
de tout mon couer! merci
el gesto te dice Di...siempre
besos
andreas
Es tu palabra el problema. Me gusta tenerla siempre ahí, cerca de los ojos, he observado que me cambia la mirada.
abrazo,
d.
Gracias Eli, siempre tu palabra acompaña sin garúas...
abrazo,
d.
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