Otra vez esa sensación
la picazón que despierta furias
la ciudad parece un invento
nada es como lo recordaba
y porqué vuelvo?
y de donde?
Si no me distraje
y sin embargo
malditos pasos que tienen
tanto poder.
Estuve garabateando
en los espejos caras
para encontrar la mía
desaparecida
tal vez así
perdí noción del camino.
Doblar por una esquina y no
por otra
me llevó al país sin edad
para transgredir.
Ahora hay faltas que nadie enmienda.
Árbol soy pero no creo en ningún bosque.
© GRACIELA WENCELBLAT
© GRACIELA WENCELBLAT
2 comentarios:
Contiene algo desolador ese nudo con que has atado el poema pero también ennoblece a todo el escrito ese árbol solitario que aún resiste.
Un abrazo Miss Grace,
d.
Garabatear en los rostros que tenemos es descubrir lo vferdeadero bajo las máscaras.
El último verso es genial.
Saludos, Gra.
MARITA RAGOZZA
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