jueves, 3 de junio de 2010

Haiku de Pere Bessó

Fotografía: Olga Ricci


DISPUTA FLORAL



Frec roig de l'orquídia,
més refilet que ala òrfena:
llum de buguenvíl·lea.




DISPUTA FLORAL



Roce rojo de orquídea,
más trino que ala huérfana:
luces de buganvilla.


Pere Bessó

7 comentarios:

Antonio Misas dijo...

Hola Diana,

Me gusta la versión Castellana, no se por qué el Catalán siempre me ha sonado un poco feo, no lo digo con intención de ofender. Viví más de un año en las Illes Balears pero nunca me acostumbré, no se debe de ser una cuestión de oido o de caracter. El italiano me encanta, el Francés también, el Inglés por supuesto, el Gallego-Portugues también, pero no se, comparando los dos textos, el Castellano me parece ahora el idioma más bonito del mundo.

Abrazos

diana poblet dijo...

Antonio, a mí todos los idiomas del mundo me parecen maravillosos porque nos permiten comunicarnos, colocar el alma en palabras y eso ya deja de ser una cuestión de sonidos para ser una musicalidad que nos acerca.
Te dejo un abrazo.

Pere Bessó dijo...

De pena:
El senyor Misas hace gala, al menos, de una torpeza descriptiva, confundiendo subjetividad estética y objetividad lingüística. Curioso que le encanten o gusten diversas lenguas románicas, excepto el catalán que siempre le ha sonado "un poco feo" ( y más bien se refiere e la fonética de la modalidad del´catalán mallorquín. ¿Le ocurrirá lo mismo al señor Misas con alguna modalidad, en concreto, del castellano peninsular o hispanimaericano? La mala conciencia de este señor sólo se explica por su defensa previa ("no lo digo por ofender") Pues faltaría más!
No sabe, dice, pero compara, dice. Lo único que me resta decir es que el "método comparativo" de las lenguas, de base de filiación genética nada tiene que ver con el "me suena bonito o feo" y los encantos y seducciones, manías de extralimitados e indigentes incapaces de amar (acá amar es respetar, valorar, estimar) todas -y cualquiera- las lenguas, por el mero hecho de su representación simbólica del mundo y capacidad de comunicación.
Acabaré, Diana: la sociolingüística y la psicolingüística explican razonadamente bien el complejo de este señor.
Pere Bessó.

diana poblet dijo...

Volviendo al tema, Pere, tengo un fuerte rechazo por el idioma inglés, comprendo que no todos los idiomas nos llegan de la misma manera por razones culturales o sociales pero en nosotros radica la magia de hacer que todos los idiomas unan más de lo que separen. Particularmente el catalán es un idioma que disfruto y tiene una sonoridad hermosa, al menos así me ha hecho saber Joan Manuel Serrat desde mi adolescencia y ahora me llega por escrito desde Pere Bessó que es el mago que traduce la poética del castellano al catalán. Grandioso.
Un abrazo, Pere.

Pere Bessó dijo...

¿Qué te parecería Diana si yo odiase el castellano por la sencilla razón que el fascismo franquista lo impuso manu militare en las comunidades donde había otras lenguas (catalán, vasco, gallego) y prohibió el uso "oficial" de las lamadas "lenguas vernáculas? Injusto, verdad? Y, además, torpe. Porque nunca se ha de renunciar a la lengua y cultura de ninguna lengua por razones externas y ajenas a las mismas. Yo combato el sionismo, pero nunca confundiré esa (pseudo)ideología con el pueblo hebreo y, mucho menos, rechazaré escuchar los poemas de Yehuda Amichai, por ejemplo, en su lengua, aunque no me entere de nada. Trataré de encontrar la musicalidad del poema y ya me apañaré, porque sus poemas son maravillosos.
Y maravillososon los poemas de Ezra Pound en inglés, aunque su ideología fue aborrecible (fascismo italiano/europeo). Y aunque estén sus poemas escritos en inglés. Bellísima lengua. Como la castellana. O la china. Y ya nos agradaría leer en su lengua los haikus de Basho...

diana poblet dijo...

Sí, es cierto como tan cierto es que detrás de los idiomas están los hombres y de ellos dependerá siempre el reflejo que se haga de esa lengua. El inglés es un idioma que siempre ha respondido a un Imperio y que abarca muchísimo más allá del idioma en sí pero, en el medio sucede que nos venden toda su música, sus programas para computadoras, sus libros, sus cajas de té, sus bizcochos enlatados, sus mermeladas de naranjas amargas, sus herramientas eléctricas etc etc.
Un idioma es y será siempre el invisible brazo que domina, aún antes de ser comprendido por nosotros mismos.
Esto no tiene que ver con la verdadera belleza de un idioma que es su sonoridad, su dulzura, y como bien has puesto uno casi se deja acunar por la musicalidad de una lectura aunque sea incomprensible, porque internamente la sentimos bella.
Un abrazo, Pere.

catalina sojos dijo...

Felicitaciones a Pere Bessó. poesía pura.
Catalina Sojos
Ecuador