jueves, 4 de septiembre de 2008

Poema de Julio Cortázar



QUIZÁ LA MÁS QUERIDA


Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fue una letra de tango
para tu indiferente melodía.


© Julio Cortázar

1 comentario:

diana poblet dijo...

Qué emoción Maestro que llegues a casa. Hoy servimos tango y café, justamente ahora, que estás escribiendo tan bien...
abrazo,
d.