POR QUITARLE A LA MUERTE SU SOBERBIA
Un amor absoluto, para el que no existe
primero ni último, golpea sobre el mundo:
en el más humilde y en el más soberbio
canta la canción del hombre.
Bajo las máscaras vacías e intermedias
un amor absoluto, para el que no existe
primero ni último, resuena escondido,
más allá de los gritos
y la apretada melodía de la desesperación.
Aún más allá. Es el eje íntimo y viviente
el que canta, el que musita las palabras
como un talismán sonoro,
una pedrada en la frente
de los desmoronados mundos.
Un amor absoluto,
para el que no existe
primero ni último,
anima estos silencios,
estas ficciones que tan sólo intento
por quitarle a la muerte su soberbia.
© Luis Benítez
2 comentarios:
Un poema enquistado en tu forma de decir. Todo lo abarca, nada ha quedado sin rozar lo inabarcable.
Hombre y Universo quebrando todo el silencio.
abrazo,
d.
Luis es un canto a la tierra, a esta tierra que estamos matando, a esta tierra que amamos. Tu, nosotros, el planeta. Abrazos, Julia
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