ABANDONO
Entre el breve silencio
y la noche
una tristeza se agosta.
Mi corazón se avellana sobre
los cerrojos del sueño
donde la sombra dulcísima
de mi madre
se astilla en un noviembre térreo.
Un desamparo niño
se inciensa en las hogueras sumisas
del olvido:
la aniquilación de todas mis muertes.
Daniela De Angelis
Entre el breve silencio
y la noche
una tristeza se agosta.
Mi corazón se avellana sobre
los cerrojos del sueño
donde la sombra dulcísima
de mi madre
se astilla en un noviembre térreo.
Un desamparo niño
se inciensa en las hogueras sumisas
del olvido:
la aniquilación de todas mis muertes.
Daniela De Angelis
3 comentarios:
Yo sólo había llegado hasta su casa, no era mi intención robarle un poema. Me fue imperioso traerlo y compartirlo aquí con ustedes y también con ella que anda por ahí.
Porque su palabra de verdad, me estalla.
Con mi abrazo Daniela, a tu palabra, y su/tu belleza .
d.
¿Cómo decir, Entrañable Diana, el Amor, la Gratitud, la Emoción: lo que nos conmueve y desde la Alegría, nos exhorta a sentir que, contra toda incertidumbre o impostura, a pesar de los adioses impiadosos, podemos celebrar la vida en toda su desmesurada hermosura? Gracias, porque Vos, Querida Diana, "Compañera del alma, Compañera", abrís puertas y soles y sueños... Mis Gracias, una y otra vez, por permitirme sentirme honrada. Te Admiro, y sobre todo, Te Siento! Mi Abrazo, desde las tripas y los sesos, para Vos y Tus Soles...
Un excelente poema que nos traspasa, nos invade.
Un abrazo Gus.
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