Llega de lejos
la conozco
suele dormir al borde
de un idioma
más acá miedo
quién sabe más allá
un látigo de sangre
desordena sus palabras
viene a visitarme
a dejar su lumbre
en aguas calladas
más acá su cuerpo
(polvo y rouge)
quién sabe su corazón
de lejos llega
trafica plumas de odio
ciegos perros indiferencia
huellas que arden
a la deriva
sé lo que quiere
la conozco
viene a invadir mi infancia
a revelarme un último cuento
había una vez
una mujer que te olvidó.
2 comentarios:
Ezequiel, un placer leerte.
Me impactó ese
"Había una vez
una mujer que te olvidó"
Todo el poema llega contundente.
Con mi abrazo,
d.
Terrible poema en su absoluta invasión:
"viene a visitarme
a dejar su lumbre
en aguas calladas"
traficante poema de odio con cuento de final en olvido, no hay mayor condena que eso.
Que bello trabajo de Ezequiel Wanjcer nos regalas.
Agradecido además de que ese poema de nada, aparezca entre voces mayores. Gracias Diana, abrazos desde el norte de mis letras.
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